La palabra ginecología significa literalmente ciencia o conocimiento de la mujer y es una especialidad de la medicina que se ocupa de todo lo relacionado con las patologías y circunstancias médicas propias de la mujer (embarazo, problemas hormonales, cáncer de mama, técnicas de reproducción, atención a la madre, revisiones periódicas, incontinencia, atención en el parto, etc).
La ginecología es un área general de la medicina que tiene varias ramas. La obstetricia es un campo concreto y se centra en el parto y los controles previos al mismo para que la mujer y el bebé se encuentren en óptimas condiciones de salud (conocidos como los controles prenatales). El ginecólogo también atiende las posibles patologías relacionadas con el embarazo (por ejemplo, las ecografías del feto para conocer su evolución). La cirugía quirúrgica es otra de las vertientes más características, pues hay que tener en cuenta que el parto es un intervención con cierto riesgo y pueden surgir complicaciones (la más común sería la cesárea).
Uno de los aspectos más relevantes de esta disciplina es el asesoramiento de los ginecólogos en relación con tres temas muy relevantes para la sociedad: la salud de la mujer, los métodos de anticoncepción y las enfermedades de transmisión sexual.
El ginecólogo necesita estar en contacto con otros profesionales de la medicina: el cirujano, el internista, el radiólogo o el urólogo.
Revisiones ginecológicas
Los especialistas en esta rama de la medicina recomiendan realizar la primera revisión ginecológica a partir del inicio de una vida sexual activa o cuando se empieza a tener la menstruación. Se considera que lo ideal sería que la revisión fuera periódica y todos los años, independientemente de la edad de la mujer.
Como norma general, cualquier revisión ginecológica incluye una historia clínica, una exploración abdominal, pélvica y de las mamas, así como una citología para controlar la situación celular y una prueba para prevenir el cáncer del cuello uterino (el conocido test Papanicolaou).
Desde un punto de vista psicológico, algunas mujeres tienen cierto rechazo a la revisión, por temor al daño físico o por un cierto pudor, ya que al tocarse sus genitales hay una sensación de invasión de su intimidad. Los ginecólogos aconsejan que no se tengan estos temores, porque la revisión ginecológica es totalmente necesaria para prevenir enfermedades y la detección precoz de algunos problemas (por ejemplo, el cáncer de mama).